La rentabilidad de la igualdad se manifiesta en mayores tasas de empleo, más contribución al PIB, mayores ingresos fiscales, índices de natalidad sostenibles y en mayor cohesión social
La ministra de Igualdad de España, Bibiana Aído, junto a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y la consejera de Bienestar Social de la Generalitat valenciana, Angélica Such, ha clausurado el día 24 de marzo en Valencia la Conferencia técnica La igualdad entre mujeres y hombres como base del crecimiento y del empleo, que precede a la Reunión Informal Ministerial de Igualdad que tendrá lugar el día 25 de marzo con motivo de la Presidencia española de la Unión Europea, y en la que se dan cita ministros y ministras, así como altos representantes políticos en materia de Igualdad de los 27 Estados miembros.
Durante su intervención, la titular de Igualdad ha destacado que “para lograr un futuro sostenible debemos mirar más allá del corto plazo. Se trata de crear más empleo y de lograr una vida mejor”. Por ello Europa trabaja en una estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, que “necesariamente tiene que contar con las mujeres. Nunca hemos tenido tantas mujeres tan formadas. Estamos hablando del capital humano que representa el 60% de las personas que alcanzan una titulación superior en la Unión Europea”, ha dicho.
Asimismo, Aído ha subrayado que “nos encontramos en un momento clave para realizar el giro necesario hacia un modelo económico y social más justo, solidario y eficiente. Un nuevo modelo que debe partir de las nuevas realidades sociales y familiares y debe establecer un reparto equitativo entre mujeres y hombres del trabajo remunerado y del no remunerado”, ha incidido la ministra.
Aído ha señalado que “2010 es un año clave para la Igualdad, un principio esencial, un objetivo irrenunciable para Europa que debe estar presente en todas las políticas y acciones que desarrollemos. La igualdad nunca ha sido un problema para Europa, todo lo contrario”, ha añadido.
“El conocimiento, la inteligencia y la capacidad de las personas, tienen que ser el eje del crecimiento económico porque es lo que va a generar riqueza. Por ello, nuestros esfuerzos van encaminados a potenciar esa riqueza, a conseguir que todas y todos tengan las mismas oportunidades de alcanzar la excelencia”, ha explicado la ministra.
Aído ha recordado que el principio de igualdad se corroboró, con objetivos concretos, en el Consejo Europeo de Lisboa de marzo de 2000. “Allí nacieron unos planteamientos que continúan estando vigentes y siendo válidos: la integración de la perspectiva de género en todas las políticas que incidan en el papel de las mujeres en la economía, el equilibrio de la participación de mujeres y hombres en la toma de decisiones económicas y sociales, la conciliación de la vida familiar y laboral o la reducción de la segregación por género del mercado de trabajo”, ha señalado.
Con estas premisas, la ministra de Igualdad ha anunciado que “vamos a reforzar el trabajo realizado hasta ahora, que ha hecho posible una mejora cuantitativa en la tasa de empleo femenino en Europa –el 60% en 2010-, y que también nos ha señalado las zonas de sombra que aún tenemos”. Aído ha incidido en conceptos como “la corresponsabilidad, condición clave para el acceso de las mujeres al empleo, la brecha salarial, una intolerable forma de discriminación y un mal negocio para el conjunto de la sociedad, o la segregación del mercado de trabajo”, ha explicado.
“La igualdad es una herramienta estratégica de nuestra política económica –ha establecido Aído-. La rentabilidad de la igualdad se manifiesta en mayores tasas de empleo, más contribución al PIB, mayores ingresos fiscales, índices de natalidad sostenible y en mayor cohesión social”, ha añadido la ministra.
Conferencia técnica
El objetivo de esta jornada, que ha sido inaugurada por la secretaria general de Políticas de Igualdad del Ministerio de Igualdad de España, Isabel Martínez, y la directora de Igualdad de la Comisión Europea, Belinda Pyke, es impulsar en el marco de la Unión Europea un nuevo pacto social y político que revalorice la aportación de las mujeres al crecimiento económico sostenible y fomente su participación en los espacios de decisión económica.
